Un pueblo junto al mar creado desde cero sobre un campo ondulado que baja hacia el océano y al que muchos
comparan con paisajes de Irlanda.
Una curiosidad geológica son sus cárcavas, viejas erosiones en el terreno, que forman pequeños acantilados irregulares y que producen un efecto balcón.
En un lento y pacífico crecimiento ya cuenta con 22 casas